25 de agosto de 2009

el pobre perrito del hueso salido

pobre el perro sin piernas que hoy andaba dando vueltas por el barrio.
se le veia el hueso y le caia la sangre purpura desde la puntita de los pelos hasta el piso.
lo segui al perrito para avisarle que estaba herido, que se le salia el hueso, que asi no se podia vivir. pero el como si nada, como si los huesos fueran nomas un alma rota, siguio su camino decidido sin chistar.
el perrito seguia y seguia, y yo: perrito, perrito. y el perrito seguia y seguia.
en la esquina doblo decidido,como si la madre lo llamara a comer. y lo llamaba fuerte y enojada la madre, porque se enfriaba la comida y ella no sabia del hueso y la sangre que caia de las puntitas.
paso un patrullero y lo pare y les conte a los policias la historia del perrito y de su hueso. predije su falta de sensibilidad y fui yo misma a aullar a la veterinaria, pero dormian la siesta.
me rendi y abandone al perrito. volvi a casa derrotada frente a la fragilidad de la piel y la exposicion de los huesos.
me fume un porrito, me puse las calzas y limpie la baniadera.
y asi me sacudi un poco las penas, sobre todo la de no haber podido ayudar al pobre perrito del hueso salido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

las nalgas se sacuden con groovin high