16 de diciembre de 2009

cacho de una conversación imposible

Y entre un te quiero y te quiero
vamos remonatando al cielo
y no puedo arrepentirme de este amor

Gilda


ella: una chica bonita se pasea en una bici vieja
[que se parte en dos
en un cajón lleva tus flores
y en el otro tu voz

él: ¿cómo va a llevar mi voz? o: ¿qué haces escribiendo a esta hora?
ella: ya sé que te pareció cursi.
él: no, es que esta noche algún descalzo y su amabilidad duermen sobre nuestro colchón. no pongas puntos al final de todo.
ella: sé que te dan ganas de sonreír.
él: no. te juro que donde sea que esté cuando lea ésto, no. no me van a dar ganas.
ella: a mí tampoco me daban ¿me daban?
él: no importa, no digas lo que digo yo.
ella: yo puedo decirte palabras mágicas. las palabras mágicas. yo puedo decirte lo que sea.
él: las no tan mágicas también.
ella: sí. cuando pienso en cuánto te amo siento como una pena honda de la vida; honda como un misterio del universo, así lo siento.
él: de nuevo fumaste de más. no hay que fumarse todo sólo porque hay.
ella: o sí.
él: sos valiente, te envidio.
ella: sí.
él: vos y yo no tenemos futuro.
ella: no.
él: pero que no se diga que no tuvimos un amor valiente.
ella: sí ¡mirá! dejé de poner puntos. un amor valiente, sí.


por momentos entendimos todo

(baja el telón. aplausos. salida por el medio. reverencia. aplausos. reverencia. silencio. reverencia. silencio. silencio. reverencia. silencio. luces)

él (al oido): te amo.
ella: pero estamos locos.

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