no me olvides

espero algún día poder contar la historia de sus manitos de la infancia sujetando un ramito de no me olvides, regalándomelas, pidiéndome que no lo olvidara nunca. la historia de aquellas manitos que temblaban con el miedo del amor, un amor todavía tan joven que no llegaba a sospechar cuán viejo sería algún día. quizás 23 años después, un día en que yo planté unas semillitas de no me olvides, las regué, les dí sol y las empecé a ver crecer con la emoción y el corazón de la infancia.
la historia tendría la única certeza de que no podríamos olvidarnos nunca.