21 de marzo de 2012

hace días ya se viene llenando
me el pecho como un mar
de monstruos peligrosos que
vuelan en lo viscoso.
y el océano del pecho, que
ya vive hace días con sus
ecosistemas y cadenas y la precisión de un reloj
a la hora de continuarse
y estirarse igual a la noche,
que ha perdido su carácter
y protesta por la tristeza
de no tener amor que velar
¿cómo es ahora la noche?
la miro entre las olas
me siento a la mesa, con el océano
mar latiendo dentro como un tambor
lleno de oscuro, como si fuera a explotar
pero no
no
pensé en quizás llamarte
finalmente
y decirte
silencio-silencio:
la tarde está hermosa
y a lo mejor también:


hace rato que espero

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