17 de febrero de 2010

two or nothing

15.2.2010

Cuando llegamos al aeropuerto de Tánger, mi nueva amiga Laila me esperaba en la puerta, tal y como había prometido. Venia acompañada por un sobreviviente más: un extraño catalán. Los tres tomamos un taxi bajo la lluvia torrencial y nos fuimos para el centro. Laila dejo sus cosas en su casa y vino a ayudarnos a encontrar un hotel. Situación bizarra: de repente había un tercer extraño en discordia buscando hotel conmigo. Entramos al primer hotel que vimos abierto, Laila habla árabe, entonces pregunta por el precio de la habitación para nosotros.
“¿Doble?” pregunta el conserje.
Laila nos mira.
Miro al extraño, el extraño me mira.
¿Y qué otra cosa iba a hacer? No nos hicimos los mejores amigos, pero tampoco estuvo tan mal: como OBVIAMENTE no había cambiado dinero, el extraño me prestó plata para el hotel y la cena. Al otro día me levante, fuimos a la casa de cambio y nos dijimos adiós, ojala que volvamos a vernos.

No hay comentarios: