15 de marzo de 2010

vivir como bereber

la llegada a las tiendas fue espectacular (el dolor de culo poscamello, también). hechas de frazadas y tronquitos eran el hogar perfecto para pasar la noche. nos sentamos a tomar más té. todos estábamos atónitos: sospecho que fue una experiencia compartida que nos unió de alguna manera para siempre. cuando piense en aquella noche, me acordaré de rambo, yuki, eneko, mikel, isaro, amaia y -por supuesto- de mohamet.
al rato de haber llegado, a todos nos empezó a agarrar hambre (¿recien ahora les da hambre? PUTA ¡asemos al camello loco!). mohamet se metió en una carpa y empezó a hacer lo que parecía magia negra entre ollas, fuegos y velas: nuestra cena. suguru (que aún era en mi imaginario el
japonés extraño y valiente que se había aventurado con nosotros) entraba cada tanto a la carpa a ayudar al cocinero (dios sabe cómo salvaban las distancias entre el árabe y el japonés). yo me impacientaba: “suguru, ¿cuánto falta?”
me contesta: “ten patatas”. “¿EH? ¿hay ten patatas? uu...no puedo esperar”. empiezo a hablar de la comida, de cuánto me gustan las patatas, del hambre que tengo. mi voracidad asusta a suguru: ABOUT ten patatas, me advierte. me cae bien, ya lo empiezo a querer.
me acerco a la tienda de mohamet, necesito ir al baño: mohamet ¿toilet?. me mira con su único ojo y su cara de piel curtida: “¿toilet? ¡SAHARA!”. entendido, tengo que mear en público: y así fue.
tras un largo rato de espera que pasamos mirando el cielo increíble y descubriendo que además de arena en el desierto hay arena y más arena, (y con ello que no vale la pena intentar sacarse la arena de los zapatos, y luego: no vale la pena usar zapatos) cenamos con muchas ganas en las tiendas.
no nos tocó a nosotros tener tambores en vivo en el campamento, pero no nos importó, los escuchamos a lo lejos.
salimos a pasear por ahí. descubrimos que caerse en la arena no duele, entonces nos fue más fácil bajar a toda velocidad por las dunas. al poco tiempo le habíamos perdido el miedo a todo y andábamos como por casa.
nos fuimos a dormir a las tiendas; sospecho que todos sentían la misma emoción que yo.
al día siguiente nos levantó mohamed antes de que saliera el sol. la gracia era "escalar" la duna más alta (por dios, no puedo explicar lo difícil que es escalar sobre la arena, los pies se hunden y llega un punto en que uno se siente morir) para ver la salida del sol. algunos llegaron, otros nos quedamos a mitad de camino por amor a la vida. pero el amanecer estuvo hermoso.
el sol no fue el único espectáculo; terminada la salida, aquellos que habían llegado a la cima de la duna empezaron a bajarla por el costado plano. "bajarla" implicaba tirarse a toda velocidad cuesta abajo de una duna de unos trescientos metros de altura. entre los valientes estaba, OBVIAMENTE, rambo. lo vimos: tenía puesta una chilaba (esos vestidos largos que usan los marroquíes) que le había prestado mohamed y, obviamente, sus chancletas. lo alentamos desde la altura.
lo vimos caerse chato de cara a la arena en la mitad de la duna; sufrimos con él. lo volvimos a alentar y lo logró.
ya nos empezaba a dar orgullo tener a nuestro propio rambo.
de vuelta en las tiendas, nos encontramos a mohamed con unas cajitas. como buen marroquí que era, nos estaba intentando vender algo.sacó de las cajitas unos collares horrendos, hechos de piedra de nosequé, carísimos. los empezó a repartir con sus manitas tiernas, su carita bondadosa: esta vez no me cachan, yo no compro nada, corazón de piedra. salí invicta; mikel no (compró 3 collares) y se volvió objeto de burla. yuki tampoco salió intacta: mohamet sacó de su bolsillo una moneda de 100 yens japoneses (se ve que algún turista se los había dado de recuerdo) y comenzó a ordenarle: "CHANGE, CHANGE". a yuki no le quedó otra que sacar sus moneditas de dirham y cambiarle los 100 yens. yo tenía la tranquilidad de que ningún argentino le hubiera dado una gran fortuna
de souvenir.
la vuelta a la realidad también fue vía camello: rambo estaba deseando el recambio, pero mohamed nos hizo tomar los lugares originales. pobre rambo.

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