15 de marzo de 2010

chau chau, haj


24.2.2010


la vuelta a la realidad nos esperaba con sorpresas: un desayuno espectacular y ¡duchas! (todos agradecidos de que el resto se quitara de encima el olor a camello).
retomamos el viaje en 4x4 para atravesar el ultimo tramo hasta marrakech. el camino es impresionante: montañoso, verde, lleno de pueblos perdidos por ahí donde vimos muchísimas kaspahs (casas antiguas de los moros, hechas de barro, de esas cosas que uno no imagina que va a ver en la vida).
para contrastar con la noche al aire libre en medio del desierto, pasamos esa noche en un hotel muy bonito. solo el ver las camas daba ganas de ponerse a saltar encima: es como cuando uno vuelve de un viaje y ve cuanta ropa tiene en el placard; ¿para que tengo tantas cosas?
cenamos muy agradecidos de haber cambiado de menú (veníamos comiendo tagine hace
4 comidas). al día siguiente tempranito desayunamos; haj solo jugo de naranja porque "estaba a dieta".
a la tardecita llegamos a aitbenhadou, donde íbamos a visitar una kaspah por dentro. el clima nos desafió: tanta lluvia había hecho que el río creciera mucho. teníamos dos opciones: cruzarlo a pie o en burro (en realidad tres: yo lo cruce a caballito).
todos cruzaron muy valientemente el río (tenían que ver a yuki: tan pequeñita que el río crecido le llegaba casi hasta la panza). rambo se mojo los pies, llego hasta la mitad del río y se volvió a la costa: "cold, very very cold". rambo, dejate de joder, cruzaste hasta la mitad, cruzatelo todo.
no había manera.
finalmente, dos niñitas de unos 6 años que andaban dando vueltas por ahí lo vieron: se le cagaron de risa pero lo terminaron cruzando, una de cada mano. que grande rambo. a la vuelta se tomo un burro, no sin antes regatearlo; a esta altura manejaba el lenguaje moro: "muy caro, muy caro", cruzo por 5 dirham, una ganga.
a esta altura ya nos empezábamos a dar cuenta de que nuestro conductor, haj, era un flor de personaje; por eso nos dio mucha risa enterarnos de que el cruzo y volvió en burro.
nuestra próxima parada fue una cooperativa que fabricaba productos con aceite de argan. claro que todos habíamos pagado nuestro derecho de piso en marruecos (antes de avivarte, te tienen que cagar con el precio de al menos dos o tres cosas) y ya teníamos el corazón cerrado a las muy muy persuasivas maniobras de venta de los marroquíes. nos mostraron todo el proceso de producción y al final nos dieron de probar algunas cosas, entre ellas un "nutella" natural hecho con aceite. teníamos tanta hambre que nos terminamos el potecito de prueba de nutella y nos trajeron otro mas. nos fuimos sin comprar nada, pero dejando una generosa propina, claro.
terminamos de atravesar el atlas en el coche para finalmente arribar a la fantástica marrakech.
nos despedimos de haj, el schumacher marroquí, y nos preparamos para seguir el viaje solos. pensamos todos juntos en cuanto lo íbamos a extrañar. los chicos me contaron que se paso el viaje con una mano en el volante y una en el celular. que suerte que yo no vi nada: ojos que no ven, corazón que no siente. había superado esos tres días de aventura con absoluta valentía y ningún, ningún ataque de miedo. loco, YO soy rambo.

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