27 de marzo de 2010

comprar barato o que tu madre sufra en el intento

27.2.2010

pasear por el zoco de marrakech es muy divertido. hay muchísimas cosas hermosas y la gente tiene muy buen sentido del humor. La primera vez que lo recorrí fue con yuki. ibamos decididísimas a regatear o morir. Finalmente no compramos nada porque nunca logramos llegar a un precio coherente. a nuestro favor: ligamos menta fresca gratis y un pedacito de una especie de palo santo marroquí (tiene un olor delicioso) cada una.
haciendo frente a nuestro fracaso, decidimos volver al zoco con rambo, que parecía tener mano con el regateo. verlo en acción fue una de esas cosas que nunca se olvidan; su estrategia era infalible.
iba con la plata justa que quería pagar en la mano. examinaba al producto por un buen rato; el vendedor se le paraba al lado. rambo entonces le echaba una mirada de costado, muy seria: how much?
el vendedor siempre le daba un precio inicial mucho más bajo que los que habíamos conseguido yuki y yo; también el vendedor solo lo empezaba a bajar más y más. rambo ofrecía su precio final, poniendole el billete en la cara al otro, intentando que lo agarrara; golpe a golpe, rambo siempre llevaba las de ganar. no aflojaba nunca. lo llegamos a ver decirle al vendedor que el producto era para su mamá que estaba enferma (por alguna razón que no quise averiguar, rambo no quería a su mamá, entonces no le pesaba la mentira). éso es lo que yo llamo un comprador pecho frío.

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