1 de marzo de 2010

tener el gusto grande, pero el bolsillo pequeño

23.2.2010

Hoy nos levantamos bien temprano para cachar los estrictísimos horarios de ducha que ofrece el hostal (mujeres de 9 a 10 am) y aprovechar el desayuno. A las 10:30 ya estaba nuestro guía, Sidi en la puerta, listo para llevarnos a la medina. Fue difícil llegar hasta allá; por alguna razón los taxis no nos paran y terminamos tomando el colectivo. Estas son algunas de las cosas que nos conto Sidi:

Fes tiene tres barrios: la ville nouvelle (construida por los franceses), el barrio judío y la medina.

Medina en árabe significa ciudad antigua. La medina de Fes fue construida en el siglo IX en un lugar estratégico entre las montañas de Rif y Atlas. Tuvieron todo en cuenta para la construcción: el clima (las casas tienen tres pisos, en verano viven en el de más abajo y van subiendo de piso cuando se va yendo el calor), los terremotos (¿cada cuanto hay terremotos en Fes?), los posibles ataques de pueblos vecinos (¿y ataques de pueblos vecinos?). 10 mil calles, 300 barrios, 300 mezquitas, 6 sinagogas, medio millón de habitantes.

Cada barrio tiene: mezquita, fuente, horno, escuela y???. El horno es a leña y lo comparten todos los del barrio (nos contaba el guía que cocinan el pan en casa y lo llevan a cocinar ahí). En las casas de familia viven por lo general unas 12 personas. Como no hay seguridad social, Sidi nos cuenta que hay “solidaridad social”: uno o dos trabajan y comparten con el resto.

La medina es el centro cultural de Marruecos. Hacia mil cien era la ciudad más grande del mundo; ahí adentro esta la que dicen fue la primera universidad del mundo, donde se estudia literatura. En la biblioteca hay más de seis mil manuscritos de distintos autores.

También fue un gran centro económico por estar en la ruta hacia el norte, era lugar de paso de muchísimos comerciantes. En su momento de auge, había alrededor de 150 hoteles (se llamaban caraban serai) en la medina. Hoy solo se usan como talleres, almacenes, bancos. La estructura es siempre un patio central, con una fuente, varios pisos de habitaciones alrededor.

La arquitectura árabe mantiene la simpleza por fuera y los lujos por dentro, para no mostrar las diferencias sociales entre las personas. Por fuera, todas las paredes y los exteriores de las casas son iguales: las ventanas dan solo a las escaleras o las cocinas.

Las construcciones son de cal, ladrillo y cedro. Las construcciones clásicas tienen 3 características: los mosaicos, el estuco (grabados sobre la pared) y el cedro tallado (que además es anti insectos).

Dentro de la medina no entran los autos, entonces los burros, caballos y mulas son conocidos como los “taxis de la medina”.

En la misma medina se hacen todos los trabajos con cuero. Caminando por algunas calles, se siente un olor nauseabundo. Si se llega a un lugar de un poco de altura, se puede ver a los curtidores trabajando el cuero. Primero ponen el cuero en cal viva, amoniaco y cagada de paloma por dos semanas para limpiarlo y suavizarlo, después lo tiñen con tintes naturales: el verde es de la menta, el rojo de la amapola, el azul de índigo, el amarillo del azafrán. Se ven desde arriba muchísimas piletitas de colores y hombres metidos adentro trabajando con el cuero.

Durante el paseo nos disfrazaron, nos llenaron de cremas, perfumes, esencias. Nos vendieron cosas a sobreprecio, nos pidieron plata por fotos que no sacamos. Cuando bajábamos mucho el precio en un regateo, nos acusaron: “tu me quieres arruinar”: la conclusión siempre era que eramos jóvenes con gusto caro, pero bolsillo vacio.

Al terminar la caminata, que duro unas 5 horas, nos fuimos todos a comer un menú típico marroquí (sopa con garbanzos, pollo con couscous –nota: el couscous me sabe a nada- y frutas con canela de postre). Para terminar, te con menta fresca y a casa.

Un día espectacular. Mañana nos espera el desierto.

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