21 de octubre de 2010

La noche murmura. Puente Celeste




La noche murmura como una arboleda
invisible
bajo la luna transparente y pura.

Tiembla toda de grillos y de ranas
y de infinitos élitros
a la orilla del río de palidez celeste
con tenues encajes de reflejos.

¿Por qué me quedo tanto tiempo
mirando el río
profundo como un cielo
sobre el cual se recortan
unas ramas oscuras perfiladas de plata?

Los álamos están
dulcemente solemnes
bajo las húmedas estrellas.

El confín suave de delicados azules
apenas vaguea en el hálito lunar.

Noche pura hasta la delicia
de una transparencia que casi no es de ella,
y por eso tiembla en su desnudez
con un inefable pudor inocente.

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