28 de febrero de 2011

...hombres y mujeres solamente pensaban en salvarse, abandonando casas, trabajos, negocios, todo, pero nuestro tren no, el maldito aparato, del cual ya nos sentíamos parte como un pasamano más, como un asiento, marchaba con la regularidad de un reloj, a la manera de un soldado honesto que se separa del grueso del ejército derrotado para llegar a su trinchera, donde ya la ha cercado el enemigo. Y por decencia, por un respeto humano miserable, ninguno de nosotros tenía el coraje de reaccionar. ¡Oh los trenes, cómo se parecen a la vida!

dino buzzati, algo había sucedido

1 comentario:

Julián Moggio dijo...

...Cuando pase el próximo tren me encontrarás cantando, silbando la ultima melodía que transmita mi corazón de perpiaño. Serán risas, montañas y lagos, sera la libertad de elegir los caminos con barro, o acaso ¿estará mi cuerpo hecho de asfalto?.
Cuando pase el próximo tren me encontrarás viajando.

Sin título- Julián Moggio