3 de septiembre de 2011

no hay una sola manera de lavar los platos

ni de comer, ni de gustar, ni de querer, ni de abrazar, ni de bajar la escalera, ni de mirar, ni de ver, ni de hablar, ni de sonarse los dedos, ni de tomar, ni de agarrar una cuchara

esta es la manera que encontré
creo que revisando bajo la cama
o entre los estantes a los que no llego
ahí donde alguna vez la había olvidado
o donde estuvo sin que yo supiera
la manera que encontré es lenta
y sinuosa, es de colores
como el rojo o el amarillo
es tamaña manera; como una estatua
o alta que rasca el cielo
de todas maneras, cualquiera sea
que haya encontrado entre los espejos
o dentro de la lombriz que vive en la tierra donde enraiza
mi jazmín en flor
es la que encontré en algún lugar:
esos lugares de a veces
no los de siempre.



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