3 de junio de 2013

los amigos de lidia II


II

-¡Vuela Lidia, vuela!

Gritaba la madre en el sueño. Y Lidia entonces recogía una sábana blanca que había aparecido a sus pies y la colgaba sobre sus hombros. Al grito de su madre, el corazón se le llenaba de emoción y preparaba sus piernas al galope para el vuelo certero e inminente. La carrera tomaba forma de círculo y la niña tomaba más y más velocidad, la sábana se convertía en una sedosa y pesada capa blanca que regalaba destellos bajo el rayo del sol. Las piernas de Luisa comenzaban a temblar de emoción y dolor y la emoción casi casi estallaba su cabeza cuando de repente se cansaba de sonreir y el gesto de angustia del viento contra su boca se convertía en una angustia total y avasallante y en deseo de dejar de correr y largarse a llorar. Pero los gritos de arenga de la madre no le permitían detenerse, ahora su cuerpo se movía por inercia hasta que tropezaba con una piedra. Entonces, cara al piso, comenzaba a llorar con todavía más angustia, pero los gritos de la madre paraban. Por unos segundos había solo silencio y la niña con la cara fresca hundida en el barrio frio. Un palazo le partía la cabeza pero todavía podía sentir los golpes de los palazos de su madre sobre otras partes del cuerpo, las piernas, la panza, la espalda cubierta con la capa blanca. manchada de rojo. 
Entonces siempre la levantaban para ir a la escuela.  Cada tanto, la madre les preguntaba qué habían soñado, en busca de trazos de impurezas en las almas de las niñas. Lidia afirmaba que en sus sueños ella trabajaba en un videoclub y usaba una gorra apretada con la marca de la empresa.

No hay comentarios: