20 de octubre de 2013

de todo lo que de mí salió

y estas van a ser las últimas palabras que use
para referirme a esto, y esto yo lo armé
 pieza por pieza: acá tu paciencia
mientras atravesaba el océano entero
pensaba: tus ojos por correo
la cama sin almohada
y el mate a la mañana
los cuentos como hilos hasta el cielo
me atan en mi silla, me tocan el hombro
que me despierte, que no duerma
que todavía queda mucho por armar
a trabajar, cargando las valijas
tomé un tren y crucé el universo pensando
con el vaiven: algo hay para volver
algo se levanta entre los escombros de la pieza
se me enreda entre las piernas y lo invento
esto se alimenta de mí, le doy, le creo
que se aparece por la ventana que se mueve y
que las piezas se acomodan: acá mi obra,
llena de goteras en el techo, con una lluvia que inunda
la casa y se lleva todo lo que intento
viene y borra
la tinta mojada,
desde el cielo se ve confuso:
ahí va, se los lleva, tus brazos en un banco,
los perros que ladran, los vence la marea,
 el martilleo del obrero,
las partes se desarman, ahí, flotando
 veo las piernas y un par de dedos,
se van con la tormenta los papeles y las cosas
la vida que uso para armar con palabras
las palabras que uso para no decir en la vida
que vino la lluvia y las goteras
y el agua se fue llevando todo:
las cuerdas,
las plumas y la madera

paren todo y aplaudo de pie,
creo y me muevo
acá nada tiene brazos
y no hay lugar para dos.




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