a veces,
cada tanto, cuando pienso en una ruta, a ser sincera,
los caminos
se me confunden y pesco por los lagos de mi memoria
los peces
de lo que pueda ser, de las veces que he andado o incluso
nimiedades
y errores: la ruta, por ejemplo, no debe ser canción.
la ruta es
una vez que ibamos los dos, nos rodeaba la niebla
vos
llorabas. yo fingí ser estatua para asustarte
y
funcionaba, ¿dónde estamos, dónde estamos?
solo
manejaba para escucharte gritar. es el infinito
y desde
entonces las palabras se me guardaron, como eso
que sólo
puede pasar aquél día. pero recuerdo,
otra ruta
en que los perros muertos recibían una y otra vez
los golpes
de los autos y, como ranas, cambiaban de carril.
yo voy
muriendo acá, en las rutas, intersticios entre lugar y lugar
pesco algo
que quizás sea sólo la nieve. es tasmania y una ruta
tapada por
los pinos.
los pinos,
que nunca pierden sus hojas y el camino, tapado por siempre,
también es
dificil de encontrar. acá también uno llora. es en inglés.
yo muero,
yo voy muriendo y
ahí vamos,
ya vamos
llegando.
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