Hoy hablamos con Oliver de que se deja llevar demasiado lejos por ciertas ideas, estuvimos de acuerdo en que los extremos no son buenos. Me contó que después de que se fuera Catie de Australia, él se fue a Tasmania a trabajar en una plantación de manzanos. Ahí compartió casa con unos italianos radicales. Oliver sentía la mente débil, confundida y adoptó muchas de sus ideas. En la casa estaba estríctamente prohibido el uso de productos de limpieza. Como norma, el botón del inodoro se apretaba una vez a la semana, les parecía terrible el sistema sanitario de agua potable.
¿Cómo discutir con estas ideas? Oliver, es imposible vivir por fuera de todo. Y entonces me contó que él y Catie habían estado siete meses en los bosques de Kauris viviendo en carpa, cocinando en fogones y lavando la ropa en el río. Oliver, yo no quiero vivir por fuera de todo. Y él dijo que en ese viaje había matado a un conejo de un disparo. Que le parece que si va a ser carnívoro, al menos tiene que tener el valor de cazar su propia comida. Su papá viajó a Nueva Zelanda a visitarlos y se quedó en la carpa con ellos por dos semanas. ¿Me querrá a mí Brian?
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