31 de marzo de 2015

Repudio
mi repudio,
sabiendo bien que los habrá peores.
No me gusta mi casa por la luz,
es demasiada,
todo el tiempo yo quiero lo oscuro
para sentir que habitan también
esta penumbra.
A mí qué me importa la hora del día.

Qué me ponen noticias del aviador suicida,
de una mujer que muere en el parto,
no amabilicen mis problemas.
Y vos,
¿qué te encerrás en el baño?
¿qué me escribís sólo los domingos?

¿qué me tocás la rodilla?
Yo no soy de nadie.
No me hables, no te acerques
que me ataco.

El chino sólo vende
vino en efectivo.
Si no me alcanza, me los robo
¿cómo bastardeás así
mi derecho de automedicarme?

Ellos que siempre recuerdan
Paris.
Yo prefiero olvidarme.


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