18 de octubre de 2009

los días de miedo

un día de miedo es como hoy, como ayer. como trenzar y destrenzar tramas invisibles, sin poder ver que al día le sigue el día y otro día y así. que el tiempo no está en mí, que el tiempo está ahí y que pasa, pasa. al tiempo le sigue más tiempo y no hay miedo que detenga la sucesión de tiempos. un día de miedo me levanto y siento el tiempo y me desacompaso y no existo y sé, sé muy bien, como quien sabe del funcionamiento matemático del universo, que cuelgo por fuera del segundo. y saberlo ¡ay, saberlo! qué miedo me da. miro la cosas, los sentidos y las cosas; todos ellos laten con el tiempo: las flores, los diccionarios, mis uñas. busco el lugar de mi ausencia, mi extravío, me lamento y me reprocho ¡qué falta de seriedad! ¡tratar al tiempo con tanto desden! ¿dónde estaba? o más importante aún: ¿dónde estoy? ¿qué clase de hilo invisible me tejió los días?
un día de miedo comienza con el pánico, las palabras, los besos, las abuelas que lloran.
¡que yo no estoy acá! que me miren y sepan que me falta un poco, que vibro con notas anacrónicas, que soy la euforia del destiempo, el elefante que pende de un hilo. o que, simplemente, estoy viviendo un día -varios días- de miedo.

¿vos te creíste que la primavera llegaría sin consecuencias?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

amo al blog que hundirá al mundo.
no te preocupes: la primavera es poder volver a casa caminando.
con respecto a las consecuencias; después vemos qué onda.

variedad de frutas dijo...

y si, si pasaron las del invierno, no tenemos por qué preocuparnos por las de la primavera, ¿no?

Anónimo dijo...

puf. ni da

variedad de frutas dijo...

eh eh