27 de marzo de 2010

yo quiero tener un millón de amigos



además de todo lo que ya conté sobre suguru (rambo) y yuki, debo contar que nos hicimos muy buenos amigos.
llegó un momento en que yuki -por propia voluntad- decidió nunca volver de la calle sin haber comprado un chocolate para mí. llegamos a coordinar naturalmente la hora a la que sentíamos necesidad de volver a dormir una siestita, prometimos visitarnos pronto. sin intercambiar palabras conmigo, suguru me hizo quererlo.
se me dibuja una sonrisa acordándome de las noches en el hostal. cada uno acostado en su cama, en la oscuridad absoluta y sin poder dormir de la risa.
rambo se iluminaba con la luna, o algo. agarraba su teléfono megaguachi tecnológico delfuturo que traía un traductor (de esos que te pronuncian la palabra que buscas) y nos empezaba a tirar frases y palabras mal pronunciadas por el robot; lo que nos hacía reír una y otra vez indefectiblemente era cuando lo hacía gritar:
-¡¡SOCORRO!!
nos dolía la panza, no podíamos respirar. y cuando pensábamos que ya pasaba, que volvíamos a respirar, que se calmaba el tuntun del corazón, otra vez: el robot gritando, o alguna historia del día, sobre regateos, sobre compras de medias y remeras (como expliqué en un post anterior, rambo viajaba con una remera, un pantalón y un jean; nos cagábamos de risa cuando encontrábamos sobre su cama un par de medias recien comprado o alguna de las tantas remera de marrakech que consiguió durante el viaje), sobre un viaje en taxi (son increíbles las maniobras lingüísticas de los japoneses para no ser estafados por los taxistas marroquíes).
¡gracias japón por tanta alegría!

2 comentarios:

nacho dijo...

ew loco, voy a estar mañana un dia en Madrí

te quiero te extraño..

Vamo' arriba el blog que salvará al mundo, loco!!!

d dijo...

¡¡yo te quiero y te extraño más nachísimo!!
estoy contando los dias en barcelona!!
voy a preparar un super mega turr por la ciudá para todos!