22 de abril de 2015

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Munnar. Lo tenemos anotado próximo en la lista que nos hizo Thomas en Melbourne. Él viajó por la India durante tres meses y lo encantó. Yo creo que Thomas es de confiar. Para empezar, es francés, y los franceses tienden a odiar todo. Pero la India le había encantado. Y dijo que a mí, especialmente, me iba a gustar. Y yo me sigo preguntando qué quería decir con especialmente, ¿por qué a mí? Él fue el que le recomendó a Oliver que comprara los pasajes de Melbourne a Kochi con la promoción de Qatar. El día en que finalmente compró los pasajes, yo venía de buscar nuestras visas y lo encontré en la casa, esperándome con la noticia. Al rato Barbara me apartó para hablar y me dijo que le había visto la cara a Oliver y que tenía una gran expresión de terror. Barbara tiende a ser paranoica y tuve miedo de que se me pegara esa paranoia. Claro que Oliver estaba nervioso, yo también lo estaba. A duras penas nos conocíamos y nos estábamos yendo de casa, a pasar tiempo solos, con aquel elefante rosa en medio de la habitación. Empecé a tener miedo entonces de que Oliver fuera gay. A veces sigo teniendo el mismo miedo. Más de una vez se lo pregunté y se ríe, pero le ruego que si alguna vez tiene dudas, me las comunique de inmediato. Oliver me dice cosas como que el logró engañarme para que me enamorara de él.

Thomas también nos escribió en la lista el nombre de su lugar preferido de la India. Me pidió permiso para usar dos hojas y hacerme un dibujo del mapa del pueblo. Sabía que no sería de mucha utilidad pero tengo debilidad por los mensajes de los demás. Oliver tiene muchas ganas de ir a este lugar, no hay electricidad ni agua por las noches, la vida es sencilla. Es un pueblo tranquilo y chico, cerca de ciudades abandonadas y templos antiguos.

Para tomar el micro a Munnar tuvimos que primero tomar un bus a la terminal. Hizo mucho calor e iba muy lleno. Nos dimos cuenta de que en la parte delantera viajaban las mujeres y en la de atrás los hombres. Estábamos al fondo, íbamos rodeados de una manera casi íntima. De todas maneras, yo nunca me hubiese separado de Oliver. Me sentí todo el día mareada y pesada. El viaje fue tortuoso. El segundo micro no estuvo mal, agarramos un asiento juntos y me dormí en las rodillas de Oli. Me gusta dormir con gente alrededor. Apoyé la cara en la palma de su mano.

Me desperté por el movimiento del micro. Oliver estaba durmiendo. Ibamos muy rápido a través de una ruta sinuosa de montaña.

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