Nos sentamos sobre el techo, con Oliver ya no me asusta tanto. El cielo
está rosa y en frente nuestro vemos solo pasto y árboles. Hace rato
que no vemos un paisaje sin personas. No sé qué decirle, pasamos
unos minutos en silencio. Está todo bien, pero yo no sé de qué
hablarle y me quedo callada. No sé si eso es un problema o si está
bien, si soy yo la ansiosa que se piensa que estamos en silencio
porque no nos entendemos.
-¡Mirá!-
Con el brazo me rodea y me aprieta por los hombros, con el otro me
señala a un arbusto oscuro, unos metros más allá de nuestra reja
de juncos. Algo grande se mueve por atrás. No le vemos el contorno,
pero sí cómo oscurece al arbusto con su ir y venir. Estamos los dos
atentos, en silencio. El cielo brilla rojo en todo su esplendor.
Oliver nunca me dejó de tener apretada contra él. Es un jabalí,
sale corriendo de su escondite hacía la gran estepa verde, parece
contento. Le siguen otros cinco, uno más chiquito que iba pegado a
los pies de su mamá. O de su papá, quizás.
Corren
por unos minutos, cruzando el pastizal de punta a punta, y después
se pierden entre los árboles del parque. Lo abrazo y me acerco a su
cara. Él hace el último movimiento para darme un beso y romper el
silencio, mmua.
-Voy
a ver si consigo un poco de repelente, me parece que va a haber
mosquitos en la habitación.- Me levanto, apoyándome en su hombro.
Bajar estas escaleras es más difícil que subirlas. Recorro el
caminito de piedras hasta nuestra habitación, empieza a anochecer.
Agarro unas llaves, mi buzo negro y un poco de plata. La mochila de
Oliver está cerrada en una esquina, como vigilando. La mía ya está
abierta sobre el piso y la mitad de la cama está cubierta con mis
cosas: mi ropa de antes, la toalla verde, la cámara de fotos.
El
tipo nos dijo que siempre cerráramos la reja con el candado y así
lo hago. A mitad del pasillo selvático, me encuentro de nuevo con el
cartel de “Jungles Stay”. Me gana la curiosidad y entro, es una
hostería como la nuestra pero con gente, hamacas colgantes, una
barrita con cocina atrás. Prefiero la nuestra.
-¿Tienen
servicio de internet?
-50
rupias la media hora
-Una
computadora, por favor.
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